Sonntag, 31. Juli 2016

¿afuera o fuera?

En esta entrada he decidido investigar el uso de los adverbios 'fuera' y 'afuera'. Por un lado quería saber si hay una diferencia de uso entre los adverbios y cómo se diferencian. Por otro lado, me gustaría investigar si existen variaciones en cuanto al uso de los adverbios 'afuera' y 'fuera'.

Para ello, he consultado el diccionario panhispánico de dudas. En lo siguiente he resumido los resultados:


afuera
·         Adverbio de lugar
·         con verbos de movimiento explícito o implícito
            definición: hacia el exterior del sitio en que se está o de que se habla’

            ejemplos: no, primero acompáñame afuera
                             Lucas vuelve a mirar afuera

·      Se emplea asimismo sin idea de movimiento
            definición: en el exterior del sitio en que se está o de que se habla’
            afuera es más frecuente en América que en España

            ejemplo: Se oyeron sonidos afuera (LA)

·       afuera puede ir precedido de las preposiciones de, desde, hacia, hasta, para o por, pero nunca de la preposición a
            (En España, el uso de fuera es más normal en estos contextos)

             ejemplo: sacó el balón afuera del campo de juego

fuera
·         Adverbio de lugar
·         significa: a o en la parte exterior del sitio en que se está o de que se habla’

·   Se construye con un complemento con de, explícito o implícito, que expresa el lugar de referencia.

·     Se usa tanto con verbos de movimiento como de estado, y más en España que en América, donde, cuando va sin complemento explícito, se prefiere el uso de afuera

            ejemplos: ¿Voy a poder salir fuera de este infierno?(ESP)
                  continúo empujando hasta que salimos fuera (ESP)


·      Cuando el complemento con ’de’ está explícito, en el habla coloquial o popular americana se emplea el adverbio afuera en lugar de fuera 


·      fuera puede ir precedido de las preposiciones de, desde, hacia, hasta, para por; 
            pero nunca de a, ya que en ese caso se emplea el adverbio simple afuera

            ejemplo: vamos afuera


Tiempo empleado: 1h


Samstag, 30. Juli 2016

Mañana, mañana

¿Quién no conoce esta situación? Los exámenes se aproximan y se nos ocurren un montón de cosas que necesitamos hacer urgentemente; por ejemplo planchar la ropa, limpiar el apartamento, descongelar el frigorífico o hacer limpieza, echando todo lo que ya no se necesita (esta es mi actividad favorita). Como resultado, el apartamiento está de un limpio impecable pero la tarea queda sin hacer. Seamos sinceros, la mayoría de las veces simplemente no queremos empezar a estudiar para el examen o a escribir nuestro trabajo para la universidad. Este fenómeno se denomina ‘procrastinación’ y es un problema que puede afectar a todos. Por ansiedad o frustración aplazamos sistemáticamente tareas importantes reemplazándolas con actividades menos relevantes o productivas que son mucho más agradables de llevar a cabo.

He aquí unos consejos que podrían ser útiles para evitar la procrastinación:

1.     Fijarse metas concretas y dividir el material en pequeñas partes

Antes de todo es muy importante que nos fijemos objetivos para cada día. Es mucho más eficaz si establecemos metas muy concretas y realistas. No sirve para nada marcarse objetivos que no pueden ser cumplidos en un determinado periodo de tiempo. Luego, es necesario hacerse una idea general del tema. Generalmente está formado por varios subtemas o capítulos y así lo podemos subdividir fácilmente. Si se trata de una tarea escrita es recomendable hacerse un esquema y luego escribir párrafo por párrafo. De esa manera resulta mucho más fácil empezar a trabajar. También hay que establecer prioridades: debemos identificar las cuestiones centrales de un tema y dedicarnos particularmente a estas.

2.     Hacerse una agenda de trabajo

Después de haber dividido el tema, hay que distribuir las partes. Cada día nos dedicamos a una porción. Si el tema es muy amplio, se recomienda planificar con más antelación. No tardéis en estructurar todo el día, ya que comer regularmente y hacer pausas ayuda mucho a ser productivo.

3.     Llevar un diario de aprendizaje

Para controlar el proceso de aprendizaje es muy útil llevar un diario de aprendizaje. Mirando posteriormente el protocolo de trabajo, nos concentramos en el progreso que hicimos y así estaremos aun más motivados que antes.

4.     Mantener distracciones potenciales alejados del escritorio

Es muy normal que nos dejemos distraer por todo aquello que no tiene nada que ver con la tarea. Por lo tanto, hay que arreglar el escritorio y recoger todo lo que potencialmente produce distracciones, es decir, facturas, libros y apuntes de otro tema. Además, es recomendable que apaguemos el móvil, la radio e internet, ya que son las distracciones más tentadoras. Aunque para mucha gente no parezca ser un factor tan importante, sentirse a gusto es imprescindible para concentrarse en una tarea. De hecho, pequeños rituales como prepararse un té, o llevar la ropa favorita crean un ambiente de confort.
Si no podemos concentrarnos en casa para nada, sería mejor que cambiemos de lugar y estudiemos en la biblioteca.


Espero que estos consejos os ayuden a la hora de escribir trabajos y exámenes.

Para que nunca más digamos: ... lo haré mañana ...


Tiempo empleado: 3h 



Donnerstag, 28. Juli 2016

¡A tapear!

¡A tapear!
En el curso de Composición tratamos el tema de la vida saludable; en nuestros textos discutimos los diferentes aspectos que nos permiten a mantenernos sanos y felices. Yo personalmente creo que la nutrición tiene una gran influencia en nuestro cuerpo. Me pregunto a menudo porque la gente del mediterráneo parece estar bendecida por una buena salud y me gustaría saber si todo esto se puede atribuir a la alimentación típica de estos países; así que me dediqué un poco más a este tema.

  
A mí me encanta la cocina mediterránea. Sobre todo las aceitunas, el aceite de oliva, el jamón y el queso. Por su variedad culinaria, la tapa, el plato más típico de la cocina española, me pareció adecuada para representar la cocina mediterránea. ¿De dónde viene la tapa? No se sabe mucho acerca de su origen; tanto el lugar como la fecha exacta de su primera apariencia son desconocidos. Existen varias leyendas; aquí voy a citar solamente pocos para no aburriros con anécdotas. La más antigua procede de la época de Alfonso X el Sabio: su médico le prescribió beber unas copas de vino cada día para aliviar las molestias de una enfermedad. Como el Rey no quería en absoluto emborracharse en público, comía unos trozos de queso o algunas lonchas de jamón para acompañar el vino. Luego ordenó que, a partir de ese día, no se debía servir vino en las tabernas de Castilla sin que fuera incluido algún bocado. De esta manera intentó reducir los sucesos en mesones a causa de la embriaguez de algunos súbditos. La segunda leyenda, que incluso es la más citada, está bastante cerca a la etimología de la palabra tapa. Probablemente tiene su origen durante el reino de Alfonso XIII.: en un viaje por el país pidió una copa de vino y cuando una ráfaga de viento invadió la tabla, el camarero puso una loncha de jamón encima de la bebida para protegerla del polvo. Al rey le gustó tanto esta idea que pidió otro vino con tapa comestible. La corte real siguió su ejemplo y así surgió una costumbre.




Aunque no conozcamos las circunstancias exactas que originaron este plato, podemos afirmar que la tapa se define como una pequeña porción de algún alimento que se sirve como acompañamiento de una bebida (definición del diccionario de la RAE).
De hecho, al principio la tapa era un tipo de aperitivo simple con ingredientes regionales de buena calidad pero con poca variación: se servían lonchas de jamón ibérico, trozos de queso manchego, aceitunas, frutos secos o patatas fritas en bolsa. Hay gente que considera la tapa, en su forma original, como un precursor de la comida rápida. En realidad sí que tienen algunas características en común. En primer lugar comparten la preparación relativamente rápida, luego el precio bastante barato y finalmente las pequeñas raciones. No obstante, las tapas son, y siempre eran, generalmente mucho más ligeras que la típica comida rápida de hoy. Generalmente asociamos la comida rápida con una cocción grasienta e ingredientes insanos, como por ejemplo la carne picada y una gran cantidad de grasas animales, mientras que las tapas están hechas de productos de alta calidad; se emplean sobre todo alimentos como el aceite de oliva, el pescado y productos cárnicos de la región. Asimismo, el hecho de que se suele tapear de pie es una característica que normalmente no se atribuye a una comida propiamente dicha, ya que se presupone que la gente quiere relajarse para cenar y tomarse el tiempo para disfrutar del ambiente.
Con el paso del tiempo la tapa dejó de ser un mero aperitivo y se convirtió en un capricho culinario. Se estableció incluso una nueva cultura culinaria: ir de tapeo: la gente se reúne en un bar para probar varios platitos acompañados de un vino o de una caña y luego todos se van juntos a otro sitio para degustar otras. De esa manera es posible degustar muchísimos platos diferentes en una sola noche. Por lo tanto, hoy en día se considera la tapa como una comida completa; la variedad de sabores y recetas es extraordinaria.

Volvamos a la pregunta principal: ¿Podemos atribuir la buena salud de los griegos, italianos y españoles a la alimentación típica del mediterráneo? Los elementos predominantes de la así denominada dieta mediterránea son sobre todo los productos vegetales: frutas, verduras y hortalizas, siempre de temporada, ya que de ese modo mantienen sus nutrientes. Además destaca el abundante consumo de los hidratos de carbono, es decir, todos los derivados del trigo, además de las patatas y de otros cereales. El ingrediente más importante es, sin duda, el aceite de oliva. Este oro líquido representa la principal fuente de grasa para los habitantes de Europa meridional. Se utiliza para la preparación de casi cada tipo de comida: desde las tostadas del desayuno, pasando por las patatas fritas de una tortilla hasta su empleo en ensaladas. Aparte este régimen alimenticio propone el consumo diario de derivados lácteos como la leche, el yogur y el queso. Nos aconseja además comer carne magra, pescado, huevos, legumbres y frutos secos diariamente, pero en cantidades reducidas. Mientras que la carne roja o procesada y las grasas animales deberían ser consumidos moderadamente, es decir, en pequeñas porciones y solamente raras veces ya que en caso contrario, podrían perjudicar la salud.
Para obtener informaciones más detalladas sobre la dieta mediterránea podéis mirar la siguiente pirámide:


Como muchas tapas siguen la dieta mediterránea, en particular, las patatas bravas, los champiñones fritos, la tortilla, los boquerones fritos, las croquetas de jamón, las berenjenas con miel y, además, las aceitunas, la tapa es un buen representante de la cocina mediterránea. En 2010 fue declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad porque, aparte de ser un régimen alimenticio, es una cultura cuyos objetivos principales son la conservación de la artesanía, de la agricultura y de la pesca tradicional.
Muchos expertos aseguran que la gente proveniente de los países mediterráneos generalmente lleva una vida más larga. En estos países notoriamente no hay tanta gente con obesidad ni enfermedades cardiovasculares como en otros países de la UE. Incluso afirman que el riesgo de padecer cáncer, asma o diabetes disminuye gracias a la alimentación mediterránea.
No obstante, es cierto que la comida no es el único componente que favorece una vida sin enfermedades graves. Para mantener la salud también es muy importante tener una vida social activa, hacer deporte cada día, dormir lo suficiente, o reposar durante los días calorosos en forma de siesta.
Para mí, la tapa no es solamente un tipo de comida, sino también una actividad bastante saludable porque, por un lado, compartir la comida con otros en un ambiente agradable facilita la conversación entre personas, po otro lado, los cambios de sitio, una característica principal del tapeo, favorecen la digestión. Al fin y al cabo, ir de tapeo es un ocio fantástico, saludable y muy popular en España: cada ciudad tiene sus propias recetas y rutas culinarias. ¡Hay una gran variedad de aperitivos deliciosos!
¿Crees que las has probado todas?


Tiempo empleado: 4h 

Mittwoch, 27. Juli 2016

El Seseo

Como pasé mi Erasmus en Andalucía, más bien en Córdoba, me acostumbré al habla de la gente proveniente de esa zona. Por lo tanto, suelo pronunciar muchas palabras con una fricativa alveolar [s] en vez de una fricativa interdental [θ]. Este fenómeno se denomina ‘seseo‘ y es muy común tanto en Latinoamérica, como en partes de la península íberica. Decidí ocuparme un poco más de este tema para tener presentes las normas de la lengua culta.
Al principio de mi investigación consulté el diccionario panhispánico de dudas y la página web de fundeu. En los siguientes párafos voy a resumir estas informaciónes:
El seseo consiste en pronunciar las consonantes ‘c’/’z’ ante las vocales ‘e’/’i’ con una fricativa alveolar [s] aunque las normas del español implican el empleo de la fricativa interdental: [θ]. Por consiguiente, una persona seseante diría [serésa] por ‘cereza’, [siérto] por ‘cierto’y [sapáto] por ‘zapato’. Este fenómeno dialectal se aplica sobre todo en Latinoamérica, en las Canarias y en gran parte de Andalucía. Es menos frecuente, pero existente en las clases populares de Valencia, Cataluña, Mallorca el País Vasco y en algunas zonas rurales de Galicia. Mientras que el seseo meridional (en Andalucía, las Canarias y en Hispanoamérica) es totalmente aceptado en la norma culta.
A continuación, encontré en la red unos materiales interesantes sobre la historia de la lengua española, mejor dicho, sobre el desarollo de los fricativos en castellano. Os dejo el enlace de una página web que me parece muy útil:
http://hispanoteca.eu/gram%C3%A1ticas/Gram%C3%A1tica%20espa%C3%B1ola/Ceceo-Seseo.htm

El siguiente esquema ilustra muy bien el desarollo de los sibilantes en las diferentes variedades del español:



En la Edad Media el castellano disponía de seis fonemas de consonantes fricativas y africadas (sibilantes): el africado dental sordo /ts/ su equivalente sonoro /dz/, la fricativa alveolar sordo /s/ y la fricativa alveolar sonoro /z/, asimismo como la fricativa prepalatal sordo /ʃ/ y la forma sonora /Ʒ/. A lo largo de los siglos hubo una serie de cambios que influyeron el sistema medieval. En el siglo XVI las africadas /ts/ y /dz/ sufrieron un debilitamiento y se convirtieron en fricativas. Luego en una segunda étapa los tres fonemas sonoros se ensordecieron, fusionando con sus equivalentes sordos. Las tres consonantes restantes no se diferan mucho fonéticamente, ya que son producidos en régiones adyacentes (dento-alveolar, alveolar y prepalatal). Por lo tanto, las consonantes marginales cambiaron de sitio de articulación de tal manera que cada una se considere como un fonema propio. Así, el consonante dento-alveolar [ts] se convierta en interdental [θ], y la sibilante palatal [ʃ] o [ç] se transformó en fricativa velar [x], perdiendo su sibilancia. Las dos sibilantes ([θ] y [s] ) que quedaron, ocuparon contextos diferentes. La interdental [θ] se emplea con las grafías ‘ce’ ‘ci’ ‘za’ ‘zo’ ‘zu’ mientras que la fricativa alveolar [s] ocupa todos los contexto de la letra ‘s’.
Hay que subrayar que el castellano, que más tarde se convirtió en lengua estándar, no sufrió la misma serie de cambios que las variedades del sur. Se presupone que en gran partes de Andalucía no existía una consonante alveolar durante la Edad Media, sino, debido a la influencia de los árabes y mozárabes, las dentales [ş] y [ý]. La reducción de las africadas dentales /ts/ y /dz/ provocó probablemente una confusión inmediata con las dentales [ş] y [ý] del habla andaluza. De ahí que confluyeran antes del ensordimiento de los fricativas sonoros y de ese modo, en Andalucía quedó solamente un fonema. Dependiendo de la región era o la fricativa alveodental /s/ (en las regiones seseantes), o la interdental /θ/ (en las regiones del ceceo).
¿Comó era posible que el seseo atraversó el atlántico? Esta pregunta resulta fácil de resolver: entre los colonizadores predominan los andaluces que transportaron sus normas lingüísticas al Nuevo Mundo.


Tiempo empleado: 3h